El día de ayer, el Secretario de Gobernación José Francisco Blacke Mora anunció que México sellará la frontera sur con Guatemala y Belice, todo esto durante su visita por la llamada “Ruta del migrante”.
Lo que se quiere evitar es el paso de armas, migrantes, drogas y otras mercancías ilegales al país. Toda la infraestructura, equipo y tecnología tendrá un costo de más de dos millones de pesos.
También se anunció que las autoridades mexicanas y guatemaltecas trabajaran en conjunto contra el narcotráfico, comenzando por investigar y esclarecer la masacre de 28 personas en la finca de Cocos, en Guatemala, en donde ambos países participarán. Otra, se habló del descubrimiento de 513 indocumentados escondidos en dos cajas de tráileres en México el pasado 17 de mayo, y de que esto representa un foco de alerta en la protección de los derechos humanos de migrantes, por la forma salvaje y cruel en que son tratados durante su viaje hacia el “Sueño Americano”.
Chiapas cuenta con seis puntos formales para el paso de personas, y se han descubierto otros 56 pasos ilegales, que es lo que el nuevo muro mexicano intenta terminar.
Anualmente entran 140 mil indocumentados al México por la frontera sur. Debido a esto, este año se construirán nuevas estaciones migratorias en Cancún, Chetumal y Palenque, y para el próximo año se espera hacer tres estaciones más en Campeche y Tabasco.
Después de la construcción de dicho muro, ¿qué esperamos? ¿Comenzar a pedir visa para entrar al país? ¿Desarrollar una nueva ley SB1070? Estas son las cosas que me generan un gran descontento.
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